Ficus trenzado moclamen 25 /110 cm

Hablar del cuidado de los Ficus es un tema muy complejo dada la enorme cantidad de variantes que se pueden presentar como por ejemplo:

- La especie.- unas requieren necesidades distintas con respecto a otras.

- La variedad.- aunque sus necesidades ya no son tan distintas entre sí, también es cierto que unos grados más o menos de temperatura donde se van a encontrar, o simplemente la disposición de un poco más de luz, puede darnos resultados importantes.

-La ubicación.- si la planta se encuentra colocada al exterior en el jardín o en el interior del hogar por ejemplo, requerir cuidados distintos.

-El formato.- si la planta crece a su libre criterio natural, los cuidados de mantenimiento sobre la poda serán prácticamente inexistentes. En cambio, con un formato “arbolito”, deberemos establecer una metodología de podas de cara al mantenimiento de esta formación.

Por ello, vamos ha establecer una serie de consejos útiles que nos ayude a mantener de la mejor forma posible a este Ficus que hemos adquirido y del cual esperamos disfrutar el máximo.

• La ubicación.
• La poda.
• El riego.
• El abonado.
• El transplante.
• Plagas y enfermedades.

La ubicación. Debemos tener en cuenta que los Ficus en su origen son plantas de exterior, por lo que su condición natural sería en pleno jardín. Cuando el clima de nuestra zona nos lo permita porque no hay riesgo de heladas y por lo tanto, los inviernos sean muy suaves, podemos disfrutar prácticamente con toda seguridad de que podemos plantar nuestros Ficus en el jardín o tenerlos en nuestras terrazas, disfrutando de su porte y atractivo follaje.

Si en cambio, queremos tenerlos en el interior de nuestros salones o habitaciones, tenemos que tener en cuenta detalles como:

- Elegir el lugar donde ocupar su espacio definitivo para actuar sobre “el síndrome de la casa nueva”.

- El lugar debe estar lo mejor iluminado posible cerca de una ventana por ejemplo. Tener cuidado de que no le de el sol directamente ya que si lo hace, el cristal de la venta puede hacer de lupa y producirle quemaduras en las hojas.

- Evitar en lo posible las zonas de corrientes de aire. Estos lugares suelen ser zonas directamente comunicadas entre habitaciones.

- Nunca elegir sitios “pegados” a radiadores de calefacción.

- Evitar ubicarlos en plenas zonas de paso. Recordemos que son plantas por lo general de porte medio a grande y necesitan un determinado volumen.

“El síndrome de la casa nueva”

Se trata de una expresión que define el comportamiento de unos Ficus como los benjamina que acostumbran a dejar caer muchas de sus hojas una vez que llegan a su destino, por ejemplo un salón cualquiera de una casa. Tras un poco tiempo, la planta vuelve a brotar y se vuelve ha llenar de hojas, pero estas ya adaptadas al nuevo lugar. Para entenderlo, tenemos que pensar en que las hojas de estas plantas son pequeñas “fábricas” que elaboran la comida que ellas necesitan para vivir. Estas “fábricas” están creadas para trabajar en unas condiciones determinadas de temperatura, luminosidad, humedad, etc. como puede ser la del invernadero en el que ha sido criada o el centro de jardinería en el que ha permanecido determinado tiempo. En el nuevo lugar de destino, la planta debe reestructurar sus fabricas para adecuarlas a las nuevas condiciones. Las plantas son sabias y no mantienen aquello que no necesitan. Por lo tanto, lo primero que hacen es recoger de las “fábricas” aquellos elementos nutritivos que les sirven y pasarlo al interior de las ramitas como reservas. Seguidamente desconectan dichas hojas y las dejan caer, e inmediatamente después, hacen crecer nuevas “fábricas” que por lo general suelen ser en menos cantidad, más grandes y ligeramente algo más delgadas. La razón es porque en las habitaciones hay menos luz y por lo tanto la planta debe aprovecharla al máximo con el menor gasto de energía posible.